La mayor parte de los 150
millones de dólares se destinaron a indemnizaciones, terapias de las
víctimas y gastos legales, indicó el informe, encargado por la Conferencia
episcopal de Estados Unidos.
Desde que en 2002 estallara un
escándalo sobre actos de pedofilia cometidos por sacerdotes, los obispos de
Estados Unidos realizan un estudio anual sobre las denuncias presentadas al
respecto en el país.
Varios altos funcionarios de la
iglesia reconocieron que habían protegido a sacerdotes responsables de abusos
sexuales de niños.
Según el informe, hubo en el
período considerado 657 denuncias de abusos sexuales a menores por parte
de sacerdotes, de los cuales 130 han sido reconocidos, 243 están todavía bajo
investigación y el resto no han sido probados. La mayoría de las denuncias se
refieren a acontecimientos que tuvieron lugar hace años.
"No debemos ser
complacientes con lo que se ha logrado. Debemos continuar cumpliendo nuestra
promesa" de sanar lo ocurrido en 2002, dijo el presidente de la
Conferencia Episcopal, el arzobispo Joseph Kurtz. "La iglesia ayudará a
(...) echar luz sobre lo oscuro y a combatir el mal y los abusos dondequiera
que se cometan", agregó.(Religion Digital/Agencias/19-4-2015)