Visualizações de página na última semana

quarta-feira, 31 de janeiro de 2024

A los quince años, el noviciado de San José Pignatelli

 


Quince años y cuatro meses contaba José Pignatelli cuando entró en la casa de Noviciado de la Compañía de Jesús, en Tarragona.

El maestro de novicios pensaba adquirir, y no se engañó, un nuevo Luis Gonzaga, que con su fervor y santos ejemplos encendiese en el corazón de sus súbditos ardientes deseos de su propia perfección y celo de la salvación de las almas. Se veía pintado en el rostro de cada uno el gozo y regocijo al saber que ya estaba en casa el nuevo candidato; y cada uno allá en su interior hacía votos para que le cupiese la dicha de ser el compañero que durante los primeros días suele señalarse a los recién llegados.

El gozo que experimentó José en su espíritu al entrar en aquella tan suspirada mansión y escuela de virtud, no hay palabras con que se pueda explicar. No cabía en sí de júbilo, no acababa de dar gracias a Dios por el inestimable beneficio que de su bondadosa mano recibía, y todo era encenderse en deseos de fiel correspondencia con la observancia más estricta de las reglas y constituciones, que desde entonces hasta su muerte habían de ser el modelo que en su alma había de copiar. Empezó desde luego la que llamamos primera probación, la cual hacen los candidatos con absoluta separación de los demás por espacio de algunos días, durante los cuales se les explican los puntos sustanciales del instituto, para que empiecen a conocer lo sublime de su vocación y los deberes que les impone; instrúyeselos en este mismo tiempo en lo que toca a la observancia común y disciplina regular, a fin de que no les venga de nuevo el tenor de vida que a los pocos días han de emprender en compañía de los demás novicios; adiéstraselos en la práctica del examen general y particular, y en el modo de tener oración, dándose fin a todo con los ejercicios y la confesión general de toda la vida.

El ángel, instructor y guía de un novicio

Durante esta primera probación señalase al candidato por instructor y guía un novicio, para que siempre le acompañe y vaya instruyéndole.

Le Tocó a José por ángel, que así suele llamar se el compañero novicio, uno, que si bien era bueno y virtuoso, con todo no era ningún portento de prudencia y de amabilidad.

Este entre otras lecciones que le dio, le explicó algunas reglas de modestia, no conforme al espíritu con que las escribió San Ignacio, sino según el modo con que él las entendía y practicaba. «Tenga siempre,» le decía, «la cabeza baja, los ojos más bien cerrados que abiertos, el aspecto serio y algo adusto y melancólico.»

Obedeció sin réplica el bueno del novicio á su inexperto guía, y procuró hacerse violencia en cosa que tanto le repugnaba, pues hasta entonces se había siempre captado la benevolencia y amor de cuantos le trataban precisamente por cierto candor natural y buena gracia en el semblante siempre sereno, que procedían de un alma enemiga de toda doblez y ajena aun de la sombra de afectación. El sentir repugnancia en poner por obra la instrucción de su ángel fue por una parte motivo bastante para hacerse mayor violencia; y por otra fue causa de alguna perturbación en su alma, como si en aquel sentimiento hubiese algo de voluntario defecto. Fue á dar cuenta de lo que pasaba en su interior al Padre Maestro: se le presentó con la cabeza baja, casi cerrados los ojos, y cubierto el semblante como con un velo de afectada tristeza.

Se admiró no poco el Padre Maestro al verle entrar de aquel talante tan diferente del de los primeros días, y le dijo con blanda voz y con suave sonrisa: «Hermano José, no ha venido usted a la Compañía para representar el papel de anacoreta: ha entrado para servir a Dios con corazón magnánimo y santa espontaneidad, con rostro alegre y placentero: en la Compañía la modestia no ha de ser afectada ni hipócrita, sino natural y sencilla, efecto de la calma y compostura interior del espíritu, que se ha de pintar en el semblante.» Estas palabras, según confesaba él después, le infundieron tal alegría, y le ensancharon tanto el corazón, que luego recobró su antigua serenidad, y ya desde entonces se vio brillar en su rostro la más sincera alegría.

La sotana y la guerra contra su amor proprio

Vestida la sotana y admitido al trato común con los demás, empezó a practicar con admirable exactitud y diligencia todos los ejercicios espirituales que se acostumbran en el noviciado, de tal manera que novicio de pocos días, ya en el tenor de vida y modo de conducirse se le creyera uno de los más provectos y ejercitados por mucho tiempo en aquellas prácticas. Nada se le hacía pesado ni enfadoso; en nada sentía dificultad; ninguna cosa de cuantas le ordenasen, por menuda que fuese, le parecía de poco momento: todo lo abrazaba y ponía por obra con pronto rendimiento de voluntad y de juicio. Obedecía sin dilaciones a la simple insinuación no solamente de los Superiores, sino de cualquiera igual ó inferior, en quien descubriese alguna sombra de autoridad: con todos usaba tales demostraciones de afecto y veneración, que bien se echaba de ver que á todos tenía en igual aprecio y estima.

Desde el principio de su vida religiosa hizo guerra sin descanso a su amor propio, y empuñó contra él las armas de una continua abnegación de sí mismo y de la mortificación de sus afectos. Nacido noble y rico, y criado entre toda clase de regalos y comodidades, no podía menos de sentir, más que otros de más humilde cuna, las privaciones que trae consigo la pobreza religiosa, como son el vestido de paño burdo, la mesa parca y frugal, la habitación desnuda de todo adorno y sin más muebles que los puramente necesarios, y aun estos incómodos y sin aliño, el tener que vivir día y noche en compañía de alguno o algunos de sus hermanos, cosa siempre pesada, como que cercena la libertad y es ocasión de continuas privaciones; y, lo que suele ser más penoso y duro, el seguir en todo la vida común, en virtud de la cual no se hace distinción entre persona y persona, ni se repara en grado, en autoridad, en nacimientos, en talentos, ni otra prerrogativa alguna, a no ser que exija alguna diferencia la caridad con los débiles o enfermos. Se venció el fervoroso hermano José en tal grado, que a fuerza de reprimirse en comer siempre lo que le servían a la mesa, por repugnante que le fuese, llegó a formar costumbre contraria a su paladar, y a encontrar agradable lo que antes tenía por desabrido. Solía decir a este propósito en su vejez que la naturaleza acaba por doblegarse como uno quiere, y llega a no resentirse ni dar señales de vida, si se contrastan a tiempo sus caprichos.

Así fue que la primera vez que le enviaron los Superiores al hospital para servir a los enfermos, al acercarse a uno que exhala de sus úlceras cancerosas un hedor pestilencial, se le revolvió de tal manera el estómago, que tubo de retirarse inmediatamente a casa por orden del que hacía de Superior.

En casa se le veía siempre acudir el primero a los ejercicios de mortificación y humildad: y era cosa que enternecía verle tan a menudo y con tantas veras ocupado em barrer los aposentos y pasillos, fregar los platos en la cocina, ayudar el cocinero en su oficio, besar los pies à sus connovicios, comer en el suelo debajo de la mesa y mendigar de sus hermanos el alimento.

El pedido de limosna de un noble novicio

Jamás se le oyó hablar una palabra de su nobleza o de la elevación o influencia de sus parientes. A 25 de diciembre de este mismo año de 1753 nació a su hermano D. Joaquín una hija, llamada Da. María Manuela. El año siguiente, confió el Rey Católico al mismo señor la embajada de Turín: y al comunicársele a José tan faustas nuevas, se contentaba con agradecer a Dios los beneficios que a su familia dispensaba.

Yendo un día por la ciudad con la alforja al hombro pidiendo limosna, tropezó en una calle con algunos jóvenes oficiales que le conocieron; y al mirarle y reconocerle, se pusieron todos a reír y hacer burla de él como de un mentecato. Se paró el hermano José muy de propósito delante de ellos, a fin de que se desahogaran a su placer, y luego les dijo: “Divertíos en hora buena conmigo, con tal que me paguéis el rato de solaz, que os proporciono, con alguna limosnita”. Cesó la burla, se quedaron mudos y no poco admirados de tanta virtud, y le alargaron en efecto una buena limosna.

Enjambre de animalillos y las perlas en el hábito del religioso

Volvía en otra ocasión de enseñar la doctrina a los presos de la cárcel, de donde sacó un enjambre de animalillos asquerosos que le corrían por la sotana. Lo advirtió uno de sus compañeros; y al ver que el hermano Pignatelli lejos de mostrar horror y asco, iba satisfecho y alegre, le dijo:  “¿No ve, Hermano, cuántos animalillos lleva encima?” A lo cual respondió el: “Estas son las perlas con que siempre debería estar esmaltado el hábito del religioso”.

Sueño pesado y la única tentación como novicio

Es inexplicable la paz y alegría de espíritu que experimentaba el buen novicio y la aceptaba como recompensa de su fervor; pero vino a turbársela una tentación molesta y humillante: esta fue la del sueño. Por las mañanas no oía la señal para levantarse: llegada la noche, de puro sueño se caía y no podía estar de pie. Apuró cuantos remedios le aconsejaron para vencerse, mas todo fue inútil. Esto comenzó a hacerle temer seriamente que no podría seguir la vida común, y que tendría que abandonar el estado religioso. Como rayaba casi en exceso el amor que tenía a su vocación, esta contrariedad fue la más molesta y trabajosa de cuantas pudieran sobrevenirle. Oraba a Dios con lágrimas y gemidos de corazón; más el trabajo arreciaba.

En esto se le ofrece que quizás el Señor le castigase su falta de claridad con los Superiores, a quienes nunca había dado cuenta de este su estado. Se va al Padre Maestro; manifiéstale la tentación del sueño y los temores que de ella se le originaban: anímale este a sufrirla con paciencia, desvanece sus temores, y por fin le dice: «No haga caso de ese sueño, Hermano: que tiempo vendrá en que desee dormir, y no pueda.» Así puntualmente le sucedió en los postreros años de su vida; y contaba él este dicho como profecía de su Maestro.

Esta fue la única tentación, que sepamos haber padecido en su noviciado: el progreso en las verdaderas y sólidas virtudes fue cual de su extraordinario fervor podía esperarse. Era este tal, que no se creyó había de aflojar en él, si para dar pábulo a la incansable actividad que le aguijoneaba y para distraerle de su continua aplicación mental, se le concedía la lectura de libros no permitida a los novicios, como son las historias eclesiásticas y otros semejantes. No se ofendían de esta distinción sus compañeros, porque reconocían la ventaja que les hacía en la virtud.

Uno sin embargo se halló, que menos sólido en el espíritu y poco firme en su vocación, la cual abandonó poco después, movido o bien de envidia al verse pospuesto a José en la estimación y aprecio de los demás, o por algún defecto no vencido, resabio de la profesión de las armas, que antes de entrar en la Compañía había seguido, le miraba de reojo, le daba con frecuencia ocasiones de mortificación, y le trataba con aspereza y desabrimiento. Pero esta contradicción no sirvió de otra cosa que de hacer brillar con nuevo esplendor la virtud del buen Hermano, especialmente la humildad, caridad y paciencia; y nunca dio la menor señal de resentimiento por las molestias que le causaba aquel su compañero: disimulaba, sufría en silencio, y trataba y conversaba con él con la misma afabilidad y mansedumbre que con los otros Hermanos.

Peregrinación a Manresa y Monteserrat

Entre las varias pruebas que en la Compañía se hacen durante el noviciado, una de las principales es el mes de peregrinación, que hacen los novicios de dos en dos, o de tres en tres, caminando a pie, pidiendo limosna para sustentarse, visitando los enfermos de los lugares por donde pasan, y explicando la doctrina cristiana a los niños y demás personas que asisten a oírla.

Le llegó su turno a José; y la sola idea de poder visitar el célebre santuario de Montserrat y la ciudad de Manresa, lugares santificados por San Ignacio, le daba esfuerzo para soportar todas las molestias que tan largo camino le había de acarrear. Llegado el día señalado para dar principio a su peregrinación, se van los peregrinos con su alforja al hombro y el bordón en la mano a pedir la bendición al Padre Rector. Se la dio este con toda la efusión de su alma, y los exhortó a que en todas partes diesen buen olor de Cristo con su humildad y paciencia, nombrando superior de los demás al Hermano Pignatelli. Esta fue para el humilde novicio la más sensible de todas las amarguras que en aquella expedición y viaje experimentó. Hizo y reiteró mil instancias con protestas de su indignidad y poca disposición para aquel cargo; pero todo fue inútil, y hubo de obedecer y someterse.

Poco sin embargo perdió de su humildad, antes ganó mucho; porque valiéndose de aquella autoridad que sobre sus compañeros tenía, se hizo siervo de todos y el menor de ellos, escogiendo en las posadas lo peor para sí y reservando para los otros las camas menos incómodas, los aposentos mejor aviados, y las mejores limosnas. Vez hubo que, refugiándose en un hospital, en donde no había más sitio desocupado que un aposento con dos camas, se las cedió el Hermano José a sus dos compañeros, y él tomó para sí una camilla o andas que servía para llevar a enterrar los muertos del hospital, y pasó la noche en ella. Este suceso y otros que le acontecieron en esta peregrinación los contaba el Siervo de Dios en su vejez a sus novicios con infantil sencillez y modestia con el objeto de alentarlos a padecer privaciones e incomodidades por Cristo y a levantar sus ojos y su corazón a Dios y á fiar en su providencia en medio de las adversidades y peligros. Dejando, pues, lo que es general a todos los que hacían esta peregrinación, escribiremos lo peculiar que a nuestro novicio aconteció y él refería a sus discípulos.

En una ocasión llegaron los peregrinos al anochecer a una aldea muertos de cansancio por una larguísima jornada, y faltos de fuerzas por el escaso alimento que aquel día habían recogido. No había allí hospital en donde recogerse; por lo que se vieron precisados a acudir a la caridad de cierta persona, que a la cuenta simpatizaba poco con la religión a que sus huéspedes pertenecían. Los acogió muy fríamente, y les sirvió una cena más fría aún que la acogida. Terminada la cena, les mostró el sitio en que habían de dormir, y en él pasaron la noche no ya descansando de la fatiga del viaje, sino desvelados por el hambre, haciendo actos de conformidad con la voluntad divina, y aprovechando aquella ocasión que se les presentaba de padecer por su amor.

A la mañana siguiente, antes de ponerse en camino, fueron a dar gracias del favor recibido al dueño de la casa y a despedirse de él; y este con la misma frialdad y desabrimiento con que les había admitido en su casa, los despidió sin darles ni siquiera un mendrugo de pan con que los hambrientos peregrinos pudiesen cobrar fuerzas para emprender y continuar su viaje. Dieron principio a él apretando cuanto podían el paso para ver de hallar dónde tomar algún refrigerio; mas el camino era largo, por despoblado, dificultoso, y por añadidura empezó á nevar con grande abundancia y duró la nieve un buen espacio de tiempo. Sacaban ellos fuerzas de flaqueza e iban prosiguiendo su camino, hasta que, extenuados de frío y de hambre, no pudieron ya tenerse en pie, y se echaron en el suelo creídos que allí había de acabar su vida.

Dispuso Dios, por cuyo amor padecían aquel trabajo, que pasasen por allí algunos viajeros; los cuales movidos a compasión de aquellos tres religiosos en estado tan lastimoso, les dieron algo de comer de lo que ellos traían para sí, y recobrado el calor natural lo suficiente para moverse, echaron a andar hasta un pueblecito que a poco descubrieron. Su primer cuidado fue dirigirse a la iglesia, según su costumbre, a venerar al Rey de los Cielos, a darle gracias por los favores recibidos en la jornada, y a pedirle esfuerzo para continuar su viaje. Tuvo de ello noticia un buen sacerdote: fue por ellos a la iglesia, y al verlos tan arrecidos de frío y extenuados de hambre, los compadeció en gran manera, los llevó a su casa, donde se esmeró en agasajarlos y regalarlos, con lo cual se repusieron del todo y estuvieron en aptitud de enseñar al pueblo la doctrina cristiana.

Mayor todavía fue otro apuro en que otra vez se vieron. Con ánimo de ganar tiempo, resuelven atravesar una montaña de áspera y difícil subida, Llegados con gran dificultad y muchos peligros a la cumbre, advirtieron que habían equivocado el camino.

Estaba ya puesto el sol, el sitio era desierto, no conocían a qué distancia estuviesen de poblado, el frío y el cansancio los tenía abatidos y sin aliento, la nieve lo cubría todo. Doquiera que dirigiesen los ojos, no descubrían más que horrores, soledad, torrentes y precipicios, con tanto peligro de dar un paso adelante como de volver atrás, y con mayor aún de quedarse en donde estaban faltos de abrigo y expuestos a un aire helado. No les quedó otro remedio que levantar sus corazones al Señor, de quien únicamente les podía venir el auxilio en trance tan apurado.

Oyó el cielo sus gemidos sin hacerse aguardar. En lo más fervoroso de su oración oyen una voz que los llama: se vuelven al sitio de donde les pareció que salía, y ven encima de un peñasco un agraciado joven, que con apacibles palabras les dice: «Habéis errado el camino, Padres: para ir á tal punto (y era al que ellos se dirigían), habéis de ir por aquí (y señalaba a la derecha); luego a la izquierda encontrareis una veredita que en breve os conducirá seguros a un caserío.» Se fijaron bien en las señas que el joven les daba; y al volverse para darle las gracias por tal favor, ya había desaparecido el que no sabemos si fue hombre o ángel; pero sí que se mostró tan buen conocedor del terreno, que el camino que acababa de indicar a los extraviados caminantes, aunque muy tortuoso y siempre al borde de horribles precipicios, los condujo sanos y salvos al término a donde se dirigían, con pasmo de las personas que a tales horas los vieron llegar. De que en este hecho hubiese intervenido algo de extraordinario nunca pudieron dudar los caminantes y cuantos se lo oían referir circunstanciadamente.

De esta manera iba Dios contrapesando los consuelos y las amarguras de nuestros peregrinos, y premiando las molestias corporales con los regalos del espíritu. En varios pueblos y ciudades se Ies hizo un recibimiento muy cortés y caritativo. Llegados un día a cierto convento de monjas, se acercó el Hermano Pignatelli al torno a pedir limosna: preguntó la tornera el nombre del que pedía; y como le dijese que eran novicios de la Compañía, que andaban en peregrinación, fue la monja a comunicárselo a la abadesa. Baja esta, y pide las alforjas a los peregrinos. Se la dan, y ella les dice: «Hermanitos, no las recobraréis sin que antes hagáis lo que os voy a mandar.» — «Veamos,» dicen, «lo que nos ordena.»—«Pues habéis de comer en una mesa con el capellán de la casa, y nos habéis de echar una plática.» Se excusaron cuanto les fue posible los novicios; pero fueron tales las instancias de la abadesa, que hubieron de acceder a lo que les pedía. Comieron con el sacerdote, hicieron la plática; y la buena señora agradecida y satisfecha les devolvió los saquillos, mas no vacíos como ellos se los habían entregado, sino bien llenos de vitualla con que pudiesen continuar el viaje.

El cíngulo que San Ignacio ofreció a una familia

Para poner fin a la relación de lo acontecido a nuestros peregrinos, diré lo que les pasó en la jornada a Manresa. Subían desde el puente de Vilomara, en el Llobregat, hacia la cuna de la Compañía, cuando he aquí que a la mitad de la cuesta toparon con un buen labriego, que con su azadón al hombro volvía del campo; y reconociendo por la edad y la sotana de los viajeros ser aquellos novicios de la Compañía que peregrinaban, con blanda sonrisa y con muestras de júbilo les rogó que se llegasen a su casa, que se veía allí a pocos pasos del camino. Agradecieron los caminantes su buena voluntad muy de corazón, pero le dijeron resueltamente que no podían aceptar lo que les ofrecía.

El bueno del labrador instaba una y otra vez, y esforzaba sus razones con la natural elocuencia de un corazón que agradecía en los hijos los favores recibidos del padre: hasta que viendo á los interpelados firmes en la repulsa, con sencilla franqueza y desenfado les dijo: “¿Pues cómo, siendo vosotros hijos de San Ignacio, rehusáis una acogida que tantas veces él aceptó? Él fue muchas veces a mi casa, y ¿vosotros no queréis entrar en ella?” Y sin decir más palabra, echó a andar, y ellos siguieron tras él.

Era este buen hombre el dueño de la Marcetas, poseedor del cíngulo de San Ignacio. Se llamaba Miguel Casajoana.

Los introdujo el devoto Miguel en su casa, y les dijo cómo en ella se daba limosna à San Ignacio cuando iba a hacer oración ante la imagen de la Virgen de la Salud, que se venera aún hoy en la capilla de Viladordis, distante de la casa como unos trescientos pasos: y luego sacando una estatuita de plata de Santo Ignacio: “Aquí tenéis,” les dice, “la imagen de vuestro Padre: este objecto que veis al través del cristal”, (y les señalaba el que está en una pequeña abertura al pie de la estatua)  “este es el mismo ceñidor de anea, con que vuestro Padre estrechaba su saco de penitente en la cintura el tiempo que vivió en Manresa al principio de su conversión. Lo dejó, cuando   salió para Barcelona, a la dueña de la casa, que entonces era, en agradecimiento de las muchas limosnas que de ella había recibido, haciéndole saber que mientras conservasen sus herederos aquella reliquia, y prosiguiesen socorriendo con limosnas, a los pobres de Cristo, no se había de extinguir la familia, ni les había de faltar el sustento necesario. Así ha sucedido”, concluyó, “hasta ahora, y así confiamos ha de suceder en adelante”.

Estaban absortos los peregrinos escuchando las razones del buen hombre, y sentían henchírseles el alma de gozo y de ternura la oír tan sabrosa relación de los hechos de su santo Padre, y al verse cobijados bajo aquel techo que él santificó tantas veces con su presencia. Se postraron ante la imagen de San Ignacio con profundo sentimiento de devoción y humildad: hicieron un rato de fervorosa oración, y besaron por el cristal, aquella preciosa reliquia. Los acompañó después Miguel a la cercana iglesia de la Virgen, en la cual entraron los caminantes sobrecogidos de un santo respecto al recordar los extraordinarios favores que en ella había San Ignacio recibido del cielo. Oraron ante la imagen de Nuestra Señora, y no se hartaban de besar las piedras del suelo que tantas veces pisó el Santo, y en particular una, en la que hincaba él las rodillas, cuando por estar cerrado el templo, no podía entrar en él, y por esta era, y es aún, tenida en especial veneración. Se la ha colocado en el interior en lugar distinguido, y lleva esculpida esta inscripción: “Piedra de San Ignacio”.

Los peregrinos, satisfecha su devoción, dieron al buen hombre las gracias más expresivas por la merced que les había hecho, y a Dios Nuestro Señor que para tanto consuelo suyo lo había deparado. Se despidieron del dueño de la casa los novicios, y emprendieron su marcha hacia Manresa, venerando con gran devoción las cruces que en el camino iban encontrando, como son las de ca’l Grabat, de la Culla y del Tort, testigos de los muchos éxtasis, y de las soberanas visitas é ilustraciones celestiales, y otros favores extraordinarios, con que Dios Nuestro Señor había favorecido al santo penitente de Manresa.

Grandes consolaciones inundaron el pecho del Hermano José los breves días que le fue dado permanecer en aquella ciudad de tan gloriosos recuerdos para todo hijo de la Compañía: y si fue el grande el trabajo que le costó arrancarse de Montserrat y separarse de su tierna Madre la Santísima Virgen, cuya celebérrima imagen allí se venera, mucho mayor fue la pena que oprimía su corazón al abandonar a Manresa, teatro glorioso de tan heroicas hazañas de su bendito Padre y Fundador de la Compañía.

Emprendieron por fin los peregrinos su viaje hacia Tarragona. Lo que hasta aquí se ha contado de la peregrinación de nuestro fervoroso novicio, no es sino algo de lo que a menudo refería en sus últimos años los que él mismo estaba informando en los principios de la vida religiosa: y como era tanta su circunspección en el hablar, mayormente en cosas que pudieran redundar en alabanza propia, carecemos de noticias que nos revelen el interior de su espíritu.

En el noviciado era modelo de virtud

De los sermones que hacía en este tiempo se sabe por relación del Padre Moreno, que la palabra de su discípulo era tan penetrante y eficaz, que traspasaba el corazón más obstinado y ablandaba el pecho más duro de los que le oían. La malicia y deformidad del pecado, la incertidumbre de la muerte, la terribilidad del juicio, la vanidad y la nada de los bienes y males presentes en comparación de los eternos, eran los asuntos ordinarios de sus pláticas al pueblo: verdades por cierto muy á propósito para despertar de su letargo al pecador, y que explicadas con aquella valentía y vigor de espíritu que comunica a la lengua un corazón abrasado en amor de Dios, son muy poderosas para convertir las almas, por más que estén encallecidas en el vicio. Añádase a esto la vida santa y los ejemplos de virtud que admiraban las gentes en un joven, que en la flor de los años, nacido de nobilísimos padres, y educado entre grandezas y honores, abandonaba cuanto poseía y le era dado esperar, para seguir a Cristo en vida pobre, humilde, abyecta y mortificada: todo lo cual predicaba con muda elocuencia y persuadía más que la copia de palabras y argumentos.

No eran solos los extraños los que se rendían a la fuerza de persuasión del Hermano José Pignatelli: lo mismo pasaba a los de la Compañía que eran testigos de su santa y edificativa conducta.

Los novicios le respectaban como a santo y le tomaban por modelo de perfección religiosa. Los más adelantados en edad y en tiempo de religión no poco tenían que aprender de él: “y hallo en los procesos”, dice a este propósito el Padre Boero, “que hombres ya cargados de años y envejecidos en la práctica de las virtudes, que le habían conocido novicio y probado su espíritu, hablaban de él con admiración y grande elogio, y solo su recuerdo les servía de estímulo para adelantar en la perfección”.

El Padre José Doz resumía en estas pocas palabras la vida de nuestro novicio en los dos años de probación: “En el noviciado era modelo de virtud”. Así depone habérselo oído decir el Hermano José Grassi.

Tal era el hermano Pignatelli, según confesión de testigos oculares y merecedores de toda fe, ya en tiempo de su noviciado. Estaba, pues, maduro para hacer los votos, que le fueron concedidos sin dificultad, y con indecible júbilo de su espíritu los pronunció en Tarragona a los 9 de mayo de 1755.


(El V. P. José Pignatelli y la Compañia de Jesús en su extinción y  restablecimiento, P. Jaime Nonell, Manresa, Imprenta de S. José, 1893, pp. 53-68) 

Recomendação de São João Bosco: Ser manso e humilde de coração, como Nosso Senhor Jesus Cristo


Antes de mais, se queremos ser amigos do verdadeiro bem dos nossos alunos e encaminhá-los para o cumprimento dos seus deveres, é necessário que nunca vos esqueçais de que sois representantes dos pais desta querida juventude, esta juventude que foi sempre o terno objeto das minhas preocupações, dos meus estudos, do meu ministério sacerdotal e da nossa Congregação Salesiana.

Quantas vezes, meus queridos filhos, na minha longa carreira, me tive de convencer desta grande verdade: é mais fácil encolerizar-se do que ter paciência, ameaçar uma criança do que a persuadir; direi mesmo que é mais cómodo, para a nossa impaciência e para a nossa soberba, castigar os recalcitrantes do que os corrigir, suportando-os com firmeza e benignidade.

A caridade que vos recomendo é aquela de que usava São Paulo com os recém-convertidos e que muitas vezes o fez chorar e suplicar quando os encontrava menos dóceis e menos dispostos a corresponder ao seu zelo.

Tende cuidado que ninguém possa julgar que procedeis movidos pelo ímpeto da emoção repentina. Dificilmente quem castiga é capaz de conservar aquela calma que é necessária para afastar qualquer dúvida de que agimos para demonstrar a nossa autoridade ou desafogar o nosso mau humor.

Olhemos como filhos nossos para aqueles sobre os quais exercemos alguma autoridade. Ponhamo-nos ao seu serviço como Jesus, que veio para obedecer e não para dar ordens, envergonhando-nos de tudo o que nos possa dar a aparência de dominadores; e se algum domínio exercemos sobre eles, há de ser apenas para os servir melhor.

Assim fazia Jesus com os seus Apóstolos, tolerando-os na sua ignorância e rudeza, e inclusivamente na sua pouca fidelidade; era tal a familiaridade e afeição com que tratava os pecadores que a alguns causava espanto, a outros escândalos, e em muitos infundia a esperança de receber o perdão de Deus; por isso nos ordenou que aprendêssemos d’Ele a ser mansos e humildes de coração.

Uma vez que são nossos filhos, afastemos toda a cólera quando devemos censurar as suas falhas, ou ao menos moderemo-la de tal modo que pareça totalmente dominada.

Nada de agitação de ânimo, nada de desprezo no olhar, nada de injúrias nos lábios; mas tenhamos compaixão no presente e esperança no futuro: então seremos verdadeiros pais e conseguiremos uma verdadeira correção.

Em certos momentos muito graves ajuda mais uma recomendação a Deus, um ato de humildade perante Ele, do que uma tempestade de palavras, que só fazem mal a quem as ouve e de nenhum proveito servem para quem as merece.

Das Cartas de São João Bosco, presbítero (Epistolário, Torino 1959. 4, 201-203)

Notícias das últimas vinte quatro horas (31 de janeiro de 2024)

 


Los Tercios: El "equipo" que estuvo casi 150 años invicto

El sábado 3 de febrero, se celebrará en la plaza de la Villa de Madrid una escenificación del modo de vida de estos aguerridos soldados

VOZPOPULI, Álvaro Gil Ruiz,  29/01/2024

Cada 31 de enero celebramos la fiesta del histórico ejército español llamado los Tercios, porque ese mismo día de 1578 sucedió la batalla de Gembloux, en Flandes, dentro de la guerra de los 80 años. En ella Don Juan de Austria y su sobrino Alejandro Farnesio vencieron a 25.000 soldados con solo 17.000. Esta olvidada batalla es una muestra del poder de la infantería española y en gran medida muestra del desconocimiento por muchos de nuestra historia.

Si hablamos en términos más familiares para todos, digamos futbolísticos, podríamos preguntarnos ¿qué equipo ha logrado no perder ningún partido durante una temporada de liga? Contados. ¿Y más de dos ligas? Ninguno. Por eso, un “equipo” con una trayectoria imbatible, que ha estado casi 150 años invicto —sí, sí, has leído bien: ¡150 años! —, sin conocer la derrota, ¿no merece toda nuestra atención y un sin fin de reconocimientos dicha?

Eso es lo que pretende la asociación “31 Enero Tercios” que tiene como finalidad precisamente «que se conozca y se celebre en todo el mundo quiénes fueron estos hombres». Durante los próximos días, junto con otras asociaciones, nos invitan a celebrar dicha efeméride en varias ciudades españolas. En Madrid será el sábado 3 de febrero, en la plaza de la Villa. Harán una escenificación del modo de vida de estos aguerridos soldados, donde se podrá ver cómo peleaban, cuáles eran sus valores y cómo se organizaban.

¿De dónde nace el nombre de Tercio?

El término Tercio surgió de la agrupación de los tres tipos de soldados que combatían en una sola unidad: arcabuceros, piqueros y espadachines. Aunque no está tan claro, porque también se atribuye el nombre Tercio a la infantería a partir de los siglos XVI y XVII, por los tres ejércitos que originalmente comenzaron a combatir de este nuevo modo: Sicilia, Nápoles y Lombardía. 

El inspirador o fundador de los Tercios fue Gonzalo Fernández de Córdoba, también conocido como el Gran Capitán, apodo alcanzado por ser un gran estratega. Tuvo un papel decisivo en la reconquista de Granada y Nápoles. Pero sobre todo destaca por ser el que cambió el modo de luchar de la Edad Media, de la Caballería pesada a la infantería ligera, y porque revolucionó el modo de combate, combinando diferentes armas. Hace pocos años, hemos empezado a saber más de él gracias a que el CNI ha descifrado el sistema de correspondencia secreta que mantenían entre Fernando el Católico y el Gran Capitán, abriendo la posibilidad de poder saber qué se decía en esas cartas.

La Cruz de Borgoña: la bandera de los Tercios

La bandera de los Tercios era la usada por la casa real de esos momentos, es decir la de los Austrias. Que es la Cruz de Borgoña o Aspa de Borgoña. La cual es una representación de la Cruz de San Andrés, que fue crucificado en una cruz en forma de X. En ella se ven los nudos de los troncos que forman la cruz. Cada Tercio varía el fondo o jaqueado

Los Tercios fue el primer ejército profesional, porque prestaba una actividad militar mejor organizada y remunerada con un sueldo. Esto era un gran avance con respecto a lo anterior, las tropas de leva, que eran reclutados obligadamente y su actividad era menos eficiente. La clave del éxito de los Tercios, no está solo en el modo de combatir ni en sus grandes estrategas. Sino también en la movilidad que tenían sus tropas para viajar de un sitio a otro en poco tiempo. Ya que se trasladan miles de soldados a más de mil kilómetros de distancia en poco tiempo. Los Tercios protegían puntos de los más dispares del Imperio español.

Muestra de esta motilidad es el Camino español para llevar las tropas a la guerra de Flandes. El camino se comenzó a construir cuando reinaba Felipe II. El que fue elegido para dirigir tal magna proeza era el duque de Alba, don Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, temido por sus enemigos y admirado por sus tropas y amigos. 

Puede parecer que ir por el Canal de la Mancha era una vía más rápida, pero el frecuente mal tiempo y la enemistad con Inglaterra, impedían el uso de esta ruta. Por lo que los Tercios viajaban en barco desde la costa de España hasta la península Itálica. Después andaban desde Milán hasta los Países Bajos. Esta ruta suponía un camino muy largo, de varias etapas, con avituallamiento. Continuaban cruzando los Alpes por Saboya. Después recorrían el franco condado (Francia), llegaban a Lorena, hasta Luxemburgo, para luego llegar al obispado de Lieja (donde fue el milagro de santa Juliana, en el monte Cornillón), hasta llegar a Flandes. Es llamado también el Camino de los Tercios o el corredor Sardo. Resumiendo mucho se puede reducir a dos factores: la logística y a la diplomacia.  Sobre la logística se narran hazañas como la de 300 zapadores, que limpiaron los 1000 km de ruta, para que pudieran pasar los soldados, los carros y cañones. A la vez que elaboraron mapas del camino elaborado. En unos 50 días a una media de unos 20 km diarios recorrían los 1000 km.  El factor diplomático fue solventado por la Corona española. Ya que tenía a favor a los franceses, por eso permitieron el paso de los Tercios, ya que era una guerra que beneficiaba a ambas naciones.

España mi natura, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura

Principales victorias de los Tercios

Reinaba un ambiente de camaradería y lealtad. Los Tercios tenía un sistema de valores donde el honor, la patria, el rey y el compañerismo hacían de ellos una “piña” en torno a los mandos. De ahí la eficacia y fortaleza a la hora de luchar. Pero no era tan idílico, ya que el sueldo, lógicamente, ayudaba al mejor rendimiento. Y cuando faltaba o se retrasaba, generaba momentos de crisis y levantamiento en la tropa. Aún así, su misión la tenían muy clara y daban su vida por llevarla a cabo hasta la muerte. De ahí viene “España mi natura, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura”.

Cabe destacar entre los tercios ilustres a Cervantes, Calderón y Garcilaso. Como más forzudo a García de Paredes el llamado “el Sansón extreño”. Y como grandes líderes a don Juan de Austria y Alejandro Farnesio.

Para terminar mencionaremos 10 victorias podemos destacar en los casi 150 años que los Tercios estuvieron dominando el tablero de juego de Europa: Batalla de Ceriñola 1503, Batalla de Pavía 1525, Batalla de Mühlberg 1547, Batalla de San Quintín 1557. Batalla de Gravelinas 1558, Batalla de Jemmingen 1568, Batalla de Lepanto 1571, Batalla de Gembloux 1578, Batalla de Empel 1585 y Batalla de Rocroi 1643.

Para no estar en “fuera de juego” os recomendamos usar el “VAR” y comprobar esta historia increíble, leyendo la excelente novela histórica de Juan Antonio Pérez-Foncea, Los Tercios no se rinden, visitando la página web de Fernando Díaz, donde hay podcast muy profundos y artículos muy interesantes que leer, además del libro de Los Tercios de José Javier Esparza que es muy completo.

 

Aumentam as fugas do paraíso cubano!

Cuba: en deux ans, la plus importante vague migratoire depuis la Révolution

Par AFP

La Provence, 31/1/2024

A l'image d'Elsa, qui n'arrivait pas à subvenir à ses besoins, des centaines de milliers de Cubains ont quitté l'île au cours des deux dernières années. Une saignée sans précédent depuis l'avènement de la Révolution en 1959

La trentenaire a décidé d'émigrer en août face à la rapide dégradation de la situation économique sur l'île qui fait face depuis la fin du Covid-19 à sa pire crise en trente ans, avec une inflation incontrôlée, une chute de la production agricole et une reprise mitigée du tourisme.

"Il était très difficile de subvenir aux besoins élémentaires, il n'y avait rien. Le problème des coupures d'électricité était insupportable, il y avait aussi celui (du prix de) la nourriture" alors que le peso s'est fortement dévalué depuis 2021, explique depuis Miami cette commerçante qui ne veut pas donner son nom de famille.

Comme beaucoup de ses compatriotes, Elsa a pris l'avion pour Managua, au Nicaragua, et a voyagé par voie terrestre jusqu'au Mexique, où elle est restée trois mois avant de franchir la frontière américaine en novembre.

Selon les derniers chiffres rendus publics samedi, en 2023 les autorités américaines ont enregistré 153.000 entrées irrégulières de Cubains, et 67.000 ressortissants de l'île ont pu gagner légalement ce pays à travers un programme baptisé Parole, mis en œuvre il y a un an par Washington pour freiner l'immigration illégale.

En 2022, 313.000 entrées irrégulières de Cubains avaient été enregistrées.

En deux ans, au moins 533.000 Cubains ont ainsi rejoint le voisin du nord, soit 4,8% de la population (11,1 millions d'habitants).

Sans compter les entrées avec d'autres types de visas, dont les statistiques n'étaient pas immédiatement disponibles.

"Ce chiffre représente le plus grand nombre de migrants cubains jamais enregistrés sur deux années consécutives depuis les premières migrations post-révolutionnaires en 1959", explique à l'AFP Jorge Duany, directeur de l'Institut de recherches cubaines de l'Université internationale de Floride.

Dans les trois ans suivant la Révolution castriste, 300.000 personnes ont fui le pays, essentiellement pour raisons politiques.

Par la suite, 130.000 Cubains ont quitté l'île en 1980, puis 35.000 en 1994.

- Passeport espagnol -

Outre les Etats-Unis, des dizaines de milliers de Cubains sont partis en Amérique latine ou en Europe, grossissant les chiffres de l'exode, mais aucune donnée globale officielle n'est disponible.

Au cours des deux dernières années, 36.000 Cubains ont par exemple demandé l'asile au Mexique, 22.000 sont arrivés en Uruguay et plusieurs centaines au Chili, selon des chiffres officiels de ces pays recueillis par l'AFP.

Radibel Peña, 28 ans, a voyagé en avion en avril depuis La Havane jusqu'à Georgetown, au Guyana, qui n'exige pas de visas pour les Cubains. De là, il a traversé le Brésil, la Bolivie avant d'entrer illégalement au Chili en mai.

"Ici, il y a de tout. Si on travaille, on vit bien", raconte-t-il à l'AFP depuis Valparaiso (centre du Chili) où il est ouvrier, sans papiers, dans le bâtiment.

Cette vague migratoire sans précédent a démarré fin 2021 lorsque le Nicaragua, un allié de Cuba, n'a plus exigé de visa pour les Cubains, une soupape pour le gouvernement face à la crise.

Les départs se sont alors accélérés alors que l'économie plongeait, dans le sillage de la recrudescence des sanctions américaines et des conséquences de la pandémie, qui ont aggravé ses déséquilibres structurels.

En Europe, l'Espagne est la destination privilégiée, en particulier depuis la promulgation en 2022 d'une loi dite de "mémoire démocratique" qui permet l'obtention de la nationalité de ce pays pour certains descendants d'Espagnols.

Marco Antonio Napoles, un serveur de 24 ans, originaire d'Holguin (Est), espère émigrer à Madrid en mars avec sa soeur après avoir obtenu son passeport espagnol. "Nous avons l'intention de nous installer là-bas et de voir si tout se passe bien", dit-il devant le consulat espagnol de La Havane.

Raul Bonachea, 35 ans, dramaturge, a quant à lui profité d'une résidence artistique en septembre pour rester à Madrid. Malgré plusieurs emplois, "je n'arrivais pas à payer le logement et la nourriture", raconte-t-il à l'AFP.

Il dénonce aussi "l'intolérance" sur l'île, où seul le Parti communiste est autorisé. Il raconte avoir mis en scène "Iphigénie", en l'adaptant au contexte de la migration cubaine, mais la pièce a été censurée.

 

Silenciar os que pensam de maneira diferente?

Líderes del Nuevo Orden Mundial anunciaron en Davos una nueva era de censura de lo que ellos llaman «desinformación»

Una de las conclusiones a las que han llegado los paladines del Nuevo Orden Mundial en su reciente encuentro en el Foro de Davos es que tienen que luchar contra lo que ellos llaman «desinformación». Es decir, quiere acabar con las informaciones y opiniones críticas contra sus tesis en temas como el aborto, la idelogía de género, la soberanía de las naciones y las pandemias pasadas y futuras.

(C-Fam/InfoCatólica, 30/1/2024) En respuesta al creciente escepticismo público hacia la agenda globalista, el Foro de Davos designó la sesión de este año como de «reconstrucción de la confianza». A lo largo del evento, varios oradores reiteraron que la «desinformación» erosiona la confianza en las instituciones internacionales y que los líderes mundiales tienen el imperativo moral de combatirla.

Tirana Hassan, Directora Ejecutiva de Human Rights Watch, vinculó el «clima de desinformación» actual con el autoritarismo. Hassan afirmó que «las señales de alarma [del autoritarismo] aparecen... con conceptos como proteger los valores familiares o salvaguardar nuestras tradiciones» y que el público debe prestarles mucha atención. «Suelen ser interesados, manipuladores y casi siempre perjudican a las personas y restringen los derechos humanos».

Hassan continuó diciendo que «otro ejemplo es cuando los derechos de las mujeres son atacados... gobiernos que dicen a las mujeres... si pueden estar embarazadas o no... en Florida, censura educativa donde se prohíbe a los estudiantes aprender sobre identidad sexual y de género».

El Informe sobre Riesgos Mundiales 2024 de Davos cita la desinformación y la  falta de información como los mayores riesgos del mundo a corto plazo. El Foro lanzó una iniciativa titulada «Desinformación y COVID-19 - Inteligencia Estratégica» que promovía la narrativa dominante de respuesta a la pandemia.

Meredith Kopit Levien, Presidente y Directora General del New York Times, afirmó que «Google ha hecho verdaderos progresos en el modo en que se indexan las cosas», lo que significa que es eficaz a la hora de generar y promover el «tipo correcto» de contenido en la parte superior de la página de resultados de búsqueda, mientras que la «información indeseable» es empujada hacia abajo, lo que supone una que dificulta mucho encontrarla. Muchos usuarios están familiarizados con ello, especialmente en el contexto de la pandemia, cuando era necesario navegar a través de decenas de páginas de Google para llegar a contenidos no habituales, sólo para descubrir que, de hecho, eran correctos.

La misión de controlar el discurso también está ganando peso en la UE. En su discurso, Ursula von Leyen, Presidente de la Comisión Europea, afirmó que «para la comunidad empresarial mundial, la principal preocupación para los próximos dos años no son los conflictos ni el clima. Es la desinformación y la desinformación». Von Leyen también dijo que «los valores que apreciamos fuera de línea también deben protegerse en línea». Estos valores incluyen el acceso al aborto y la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, que figuran como prioridades de la UE en los Foros de Derechos Humanos de la ONU en 2024.

Vera Jourová, Vicepresidenta de la Comisión Europea de Valores y Transparencia, dijo que la UE «se está centrando en mejorar el sistema para que la gente obtenga los hechos correctos». Elogió las funciones de comprobación de hechos en línea y dijo que Europa «cuenta con toda la gran tecnología comprometida... para luchar contra la desinformación».

En los debates, Leyen y Jourová también hicieron referencia a la Ley de Servicios Digitales, una propuesta legislativa de la UE que establece normas para regular las plataformas y servicios en línea en toda la UE. La Ley incluye una sección sobre «mitigación de riesgos, como la manipulación y la desinformación». A partir del 17 de febrero, se espera que la Ley sea vinculante para todas las entidades reguladas y se pedirá a los Estados miembros de la UE que establezcan Coordinadores de Servicios Digitales.

 

A Eucaristia é «fonte e cume de toda a vida cristã» (Catecismo 146)

Polémica por la celebración de una Misa tridentina en el Capitolio sin la autorización de la archidiócesis de Washington

La celebración de una Misa Tridentina el pasado 23 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos no fue autorizada por la archidiócesis de Washington, que tiene procedimientos establecidos para las solicitudes de ese tipo de Misas cuando se realizan al margen de lo indicado en Traditionis Custodes.

30/01/24 9:55 AM

(OSVNews/InfoCatólica 30/1/2024) Según informa The Pillar, la Misa fue organizada por la Sociedad Latina de Arlington para conmemorar el primer aniversario de un memo filtrado del FBI que sugería que algunos católicos «tradicionalistas radicales» eran una amenaza terrorista.

Los organizadores de esa Misa creían que era la primera de este tipo celebrada en los terrenos del Capitolio. Los registros de la Biblioteca del Congreso muestran que sacerdotes católicos han oficiado en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos desde 1826.

Al ser preguntado sobre la Misa, un portavoz de la archidiócesis de Washington dijo a OSV News en un comunicado que «no se pidió permiso para celebrar una Misa Latina Tradicional fuera de las tres iglesias designadas de la Archidiócesis de Washington donde esta Misa se celebra regularmente, de acuerdo con la orientación del Papa Francisco en 'Traditionis Custodes'».

Mons. Charles Pope, coordinador de la archidiócesis para la celebración de la forma extraordinaria de la Misa Latina, dijo a OSV News que es costumbre para aquellos que buscan una excepción a las limitaciones en el antiguo misal dentro de la archidiócesis comunicarse con la cancillería, o con él personalmente, para solicitar permiso.

Mons. Pope agregó que también es una norma para aquellos que buscan celebrar Misas en el complejo del Capitolio, ya sea en el uso normal o antiguo del Rito Romano, comunicarse con los sacerdotes cuyas parroquias incluyen los edificios de la Cámara y el Senado: San Pedro y San José en Capitol Hill, respectivamente.

«Incluso si fuera una Misa del Novus Ordo en inglés... sería una cortesía adecuada con el pastor local» comunicarse con él, dijo Mons. Pope. Y añadió:

«Creo que es inusual que cualquier sacerdote acepte decir una Misa donde sabe que podría haber, digamos, cierta controversia»

Uno de los organizadores de la Misa en el Capitolio le dijo a The Pillar que «tuvieron que ser un poco discretos» y no buscaron permiso de la archidiócesis para celebrar la Misa porque «la preocupación era que el cardenal Gregory llamara a la oficina del Presidente de la Cámara y cancelara todo».

Al ser preguntado sobre ese comentario, Mons.Pope dijo que las solicitudes de excepciones a la implementación de «Traditionis Custodes» por parte de la archidiócesis son «recibidas respetuosamente» y se consideran caso por caso.

«Comprendo la ansiedad y la frustración que muchos católicos tradicionales han enfrentado por las restricciones de» Traditionis Custodes «del Papa Francisco», pero el cardenal Gregory simplemente ha buscado implementar la directiva papal:

«Incluso cuando hay frustración con lo que hacen las autoridades, si tienen algunos protocolos y esas cosas, sigo pensando que es importante tratar de seguirlos porque, recordemos, Cristo se hizo ‘obediente hasta la muerte'».

 

Quem são e no que acreditam os que não têm religião

7MARGENS | Jan 29, 2024

Atualmente, mais de um quarto (28 por cento) dos adultos dos Estados Unidos da América (EUA) não se encontram filiados em qualquer religião instituída e, quando inquiridos sobre a sua posição face à religião, consideram-se ateus, agnósticos ou referem “nada em particular”. Este grupo, conhecido também por “nones” (nenhuma), é composto sobretudo por pessoas abaixo dos 50 anos e os que não são agnósticos ou ateus são sobretudo do sexo feminino.

Os dados constam de um pormenorizado estudo sobre este grupo, intitulado “Religious ‘Nones’ in America: who they are and what they believe” (os “nones” religiosos na América: quem são e no que acreditam), que o Pew Research Centre acaba de publicar e que revela que os não filiados têm vindo a crescer de forma consistente desde que começaram a ser estudados, em 2007, quando eram 16 por cento. Os dados relativos a inquéritos realizados em 2023 indicam que, do total de adultos sem filiação religiosa, 20 por cento dizem-se agnósticos, 17 por cento ateus e quase dois terços (63 por cento), nenhuma religião em particular.

O relatório refere que o fenómeno dos “nones” é objeto de muitas perguntas, nomeadamente em que acreditam eles, se são contra a religião ou que posição têm sobre a ciência. Dos dados apurados, constata-se, em termos genéricos, que a maioria deles acreditam em Deus ou noutro poder superior, mas não frequentam com regularidade os atos e celebrações religiosos.

A maior parte recusa que a ciência explique tudo, mas entende que a religião tem facetas negativas, ainda que alguns considerem exatamente o oposto, ou seja, que pode fazer algum bem. Em termos quantitativos, 43 por cento dos “nones” dizem que a religião faz mais mal do que bem na sociedade, nomeadamente no que respeita a intolerância ou superstição; em contrapartida, 14 por cento dizem que faz mais bem do que mal, referindo, por exemplo, que “ajuda a dar significado e propósito às pessoas, e que pode encorajá-las a tratarem-se bem”. Por sua vez, 41 por cento entendem que os fatores benéficos e maléficos da religião se equilibram.

O estudo apurou, entretanto, que, comparativamente com os americanos filiados em alguma religião, os “nones” (neste caso, com exclusão dos ateus e agnósticos) “exprimem visões mais positivas da ciência”, tendem a participar menos nas eleições, a ocuparem-se menos no voluntariado e a (pre)ocuparem-se menos com assuntos públicos. Estes aspetos convergem com algumas pesquisas citadas pelo Pew Research Centre que sugerem que muitos americanos, em geral, acham o declínio da religião na sociedade como algo negativo.

Perguntados pelas razões da não filiação numa religião, os respondentes indicam, em lugares destacados, descrença ou ceticismo quanto a questões de doutrina e ensinamentos, reação a organizações religiosas ou pessoas, ausência de necessidade da religião na vida quotidiana.

Não sendo filiados em qualquer religião muitos “nones” aderem a alguma forma de espiritualidade e, segundo os resultados do inquérito, “cerca de metade dizem que a espiritualidade é muito importante nas suas vidas ou pensam em si mesmos como espirituais”. A maioria deles acredita que “outros animais além dos humanos podem ter espíritos ou energias espirituais – e muitos dizem que isso é verdade para partes da natureza, como montanhas, rios ou árvores”.


Como serão os futuros sacerdotes franceses? Mais conservadores ?

L’étonnant profil des séminaristes français

RÉDACTION RIPOSTE CATHOLIQUE - 27 JANVIER 2024

Après le rassemblement national des séminaristes début décembre 2023 à Paris et l’enquête sur le profil des séminaristes diocésains publiée par la Croix, Paix Liturgique s’attarde sur le profil des séminaristes des diocèses français.

 Du vendredi 1er décembre au dimanche 3 décembre dernier, a eu lieu à Paris, organisé par l’épiscopat français, le rassemblement des séminaristes diocésains français, dans le but, semble-t-il, de regonfler leur moral. Sur 673 séminaristes que décomptent les services de la Conférence des Évêques, près de 600 se sont ainsi retrouvés dans la capitale, accueillis dans des familles catholiques qui avaient répondu à l’appel des paroisses.

Les points forts de leur rencontre étaient : le vendredi 1er décembre, jour d’adoration en diverses églises de Paris ; le samedi 2 au matin, messe présidée à Saint-Eustache par Mgr de Moulins-Beaufort, président de la Conférence des Évêques, qui répondit ensuite à leurs questions ; et le dimanche 3, messe à Saint-Sulpice présidée par le cardinal Aveline, archevêque de Marseille, le seul cardinal français à la tête d’un diocèse.

On a pu ainsi, à Paris, embrasser l’ensemble de ceux qui se préparent à être les prêtres français de demain. Ce coup d’œil exhaustif a confirmé ce que l’on savait d’eux par ailleurs. Et d’abord, qu’ils ne sont qu’un tout petit reste. Les photos devant Notre-Dame ou devant Saint-Sulpice de leur groupe qui ne constituait vraiment pas une foule, provoquent presque de l’angoisse. Ils sont 673 seulement, et combien parmi eux parviendront au sacerdoce ?

On a pu aussi constater que ce petit reste était très différent des générations formées dans les années de plomb d’après le Concile. Séminaristes très classiques, ils sont même différents de ces « classiques » produits par les maisons parisiennes des années Lustiger. Ceux d’aujourd’hui paraissent timides et un peu fluets. On verrait bien une bonne part d’entre eux mêlés à ces jeunes catholiques des paroisses qui rejoignent tous les ans les jeunes tradis du pèlerinage de Chartres.

L’autre étonnement a été qu’ils ont été traités comme tels. Il y a trois ans seulement les propédeutiques de Paris qui se préparaient à entrer dans le premier cycle du séminaire étaient rudement malmenés parce qu’ils demandaient à recevoir la communion sur les lèvres et non dans la main. Tout au contraire, les organisateurs du rassemblement parisien s’étaient adaptés à la sensibilité de ces jeunes gens.

Le samedi, on leur a fait chanter la messe De Angelis, Kyrie, Sanctus, Agnus, « Chez nous soyez Reine » en chant de sortie, et pour finir on les a conduits sur le parvis de Notre-Dame pour y chanter un Magnificat en latin ( Rassemblement des séminaristes : la messe présidée par Mgr de Moulins-Beaufort – Riposte-catholique ).

Lors de la messe du dimanche à Saint-Sulpice, qu’on peut retrouver sur KTO ( Messe du rassemblement des séminaristes de France 2023 — KTOTV ), on pouvait repérer une foule de détails symptomatiques : leur vêture était une aube blanche serrée par un cordon, pour la presque totalité, et non une aube pendante, et pour un certain nombre entrés dans la cléricature, c’est-à-dire les diacres, ils portaient soutane et surplis ; la presque totalité tenaient les mains jointes, à l’ancienne ; presque tous se sont mis à genoux dès la consécration. La communion était particulièrement intéressante : la plupart faisaient une génuflexion préalable ; une moitié d’entre recevaient la communion sur les lèvres et un quart au moins, un tiers peut-être, la recevaient à genoux sur les lèvres. Les prêtres qui donnaient la communion avaient dû recevoir des consignes : pas un d’eux ne marquait d’hésitation pour s’incliner et la leur donner.

En fait, ces jeunes hommes ne sont pas très éloignés, parfois pas du tout, de ceux qui peuplent les séminaires traditionnels. Et ils sont comme les jeunes catholiques d’aujourd’hui, dont les évêques remarquent avec effroi qu’ils préfèrent la messe en latin. C’est très encourageant, mais attristant aussi, lorsqu’on pense à la répression qu’ils subissent souvent et qui les fait s’enfuir vers la Communauté Saint-Martin ou rejoindre les séminaires traditionnels.

Christian Marquant avouait qu’il aurait bien aimé faire un sondage parmi eux, avec des questions du genre : « Êtes-vous favorable à la liberté de célébration de la liturgie traditionnelle ? » ; « Quand vous serez prêtre, célèbrerez-vous la messe tridentine ? » ; « Parfois ? souvent ? » ; etc. Il disait n’avoir aucun doute : les résultats auraient été une bombe.

Les responsables ont-ils lu cette Lettre aux veilleurs, ou ont-ils eu de leur côté la même idée et ont-ils voulu concrétiser leurs impressions ? En tout cas, ce sondage, La Croix l’a réalisé.

 Une enquête publiée par La Croix

Bien entendu, les auteurs de l’enquête n’ont pas posé des questions aussi claires sur les sujets délicats. Mais ils ont cependant réalisé un travail détaillé au moyen d’un questionnaire qui, avec l’aide de la Conférence des Évêques, a été envoyé aux 673 séminaristes français, et dont les résultats ont été publiés par La Croix le 22 décembre dernier sous le titre : « Qui sont les prêtres de demain ? »

430 ont répondu, chiffre qui paraîtra énorme à ceux qui connaissent le milieu des séminaristes, lesquels sont obligés, quand ils professent des idées non conformes, à une prudence de serpent, tant ils ont peur d’être retardés aux ordres. Il est cependant probable que beaucoup de réponses ont été très affaiblies par ceux qui répondaient.

Les résultats qui remplissent trois pleines pages du quotidien sont à lire avec attention. Le Salon Beige ( 47 % des séminaristes diocésains ont fréquenté régulièrement ou occasionnellement une paroisse ou communauté traditionaliste – Le Salon Beige ) les a condensés :

– 72 % viennent d’une famille catholique pratiquante qui se rendait à la messe chaque dimanche, et pour 62 %, leurs parents sont les premières figures déterminantes de leur itinéraire spirituel.

– 36 % des répondants disent avoir envisagé la prêtrise pour la première fois avant l’âge de 10 ans.

– 61 % citent en premier la transmission familiale comme meilleure modalité pour partager la foi.

– 59% ont été servants d’autel pendant de nombreuses années

– 56% ont été scouts, dont 34 % parmi les Scouts d’Europe.

– Trois quarts ont participé aux Journées Mondiales de la Jeunesse

– Plus d’un tiers a fréquenté régulièrement une communauté nouvelle.

– Benoît XVI est le pape qui a le plus marqués 39 % d’entre eux.

– 17 % sont peu ou pas en affinité avec le pape argentin. 65% se disent en affinité à diverse degrés. Il faut préciser que l’enquête a précédé la parution de Fiducia supplicans. À propos de ce dernier résultat, Mgr Micas, évêque de Lourdes, ancien supérieur de séminaire, confiait franchement à La Croix qu’il n’en espérait pas tant.

– Pour 70 %, le cœur de leur mission sera d’abord la célébration des sacrements, loin devant la prédication ou la transmission des Écritures.

– Il convient aussi d’ajouter que 29% d’entre eux estiment que l’on devrait pouvoir ordonner des hommes mariés, mais qu’un pour cent seulement sont favorables à l’ordination des femmes.

Les réponses qui suivent doivent être particulièrement examinées. Elles montrent la proximité d’une partie notable de ces séminaristes avec le monde traditionalistes :

– 47 % des séminaristes ont fréquenté régulièrement ou occasionnellement une paroisse ou communauté traditionaliste.

– Près de la moitié envisagent de porter la soutane régulièrement, un quart occasionnellement.

– 34 % expliquent ne rien avoir contre la messe traditionnelle.

– 14 % apprécieraient de célébrer selon les deux formes.

– 7 % préfèrent la messe traditionnelle et espèrent la célébrer régulièrement

Les résultats sont d’autant plus étonnants qu’il faut tenir compte du fait que les réponses sont vraisemblablement très prudentes sur ces sujets. La formulation des questions ne semble pas non plus avoir été limpide, puisque pour 60% « la messe tridentine n’est pas vraiment un sujet », ce qui peut s’interpréter dans tous les sens. Enfin, La Croix n’a pas traduit ces résultats par un schéma explicatif comme elle l’a fait sur tous les autres points, mais elle a donné les réponses des séminaristes dans le courant de l’article de commentaire. Ces bémols signalés, si on ajoute aux 21% qui sont prêts à célébrer la messe traditionnelle concurremment avec la messe nouvelle les 34% qui n’ont rien contre, on est en face de résultats qui vont dans le sens de ceux récoltés par les enquêtes de Paix liturgique auprès des pratiquants des paroisses de France.

Qu’on pèse bien les chiffres, tels qu’ils sont donnés, même s’il faudrait sans doute les augmenter : aujourd’hui, 21% des séminaristes diocésains de France, et non des séminaristes des communautés traditionnelles, se disent clairement prêts à célébrer l’une et l’autre messe, 7% parmi eux préférant cette messe et espérant la célébrer régulièrement. Ces jeunes hommes seront bientôt prêtres dans les paroisses françaises.

D’ailleurs, les séminaristes sont extraits du peuple des paroisses et représentent la part la plus motivée et la plus pieuse des jeunes pratiquants français. L’inquiétude qui nous saisit vient de leur nombre infime. Une inquiétude plus grande encore si l’on pense que leurs pasteurs, nos pasteurs, les évêques de France, ne sont nullement, pour la majorité d’entre eux, en phase ni avec eux, ni avec les laïcs de ce qu’il est convenu d’appeler « les forces vives » de l’Église, autrement dit de ce qui restera de l’Église dans les décennies à venir. Et cependant, il ne reste plus à ces évêques de France en tout et pour tout que 673 séminaristes fort classiques. Ils feront tout pour « interpréter » ces résultats. Ils sont là cependant : 14% de ces futurs prêtres sont prêts à célébrer la messe traditionnelle ; 7% préfèreront la célébrer.

 

terça-feira, 23 de janeiro de 2024

Santa Francisca Romana e o Arcanjo


 Santa Francisca Romana teve durante a sua vida uma relação sensível com os Anjos. Além do seu Anjo da Guarda, tinha um Arcanjo encarregado de a corrigir. E ele realizava o seu cargo com severidade e vigilância. Algumas vezes dava-lhe pequenas golpes na face com as suas mãos invisíveis, por causa de pequenas faltas, especialmente quando não contava tudo ao seu confessor. E não se tratava de pecados, mas as graças e favores que recebia de Deus.

Santa Francisca Romana não via o seu Anjo da Guarda, contudo, o Arcanjo estava continuamente diante dos seus olhos. A sua fisionomia era tão luminosa, que só conseguia olhá-lo de frente, quando estava rezando, quando estava sendo tentada e quando lhe falava do seu confessor. Fora destas circunstâncias, ele era para a Santa o que o sol é para os nossos olhos.

Eis como Santa Francisca Romana descrevia este Anjo ao seu confessor: “Ele tinha os olhos voltados para o Céu e as mãos cruzadas ao peito. Seus cabelos dourados e encaracolados caiam sobre o seu pescoço e ombros. A sua túnica, parecida com a dos subdiáconos, era, às vezes branca como a neve, às vezes azul como o Céu e outras vezes ainda vermelha como a chama. Ele não sujava os seus pés descalços, quando passava pelas vias e praças públicas. Tinha o tamanho e o aspeto de um menino de nove anos.”  

Como referido, este Anjo punia Santa Francisca, não lhe batendo sempre, mas retirando-se da sua presença por algum tempo, especialmente quando a santa manifestava desgosto pela vida que levava. Contudo, quando voltava a aceitar o sofrimento, em união com a vontade de Deus, os problemas do seu casamento e as importunações do mundo, o seu amigo celeste voltava a fazer-se presente.

O Arcanjo protegia e defendia-a contra os ataques do demónio. Quanto mais ela o desprezava, mais ele tornava-se furioso. As suas lutas contra o espírito maligno foram terríveis. Santa Francisca Romana foi jogada nas cinzas, envolta num tecido, como se tratasse de um cadáver, suspensa por cima de um braseiro, ameaçada por feras horrorosas e até batida furiosamente. Diante de tudo isto, repreendia o seu inimigo "negro", chamando-o de fraco e de covarde. Quando o demónio parecia ir longe demais, com o simples sacudir dos seus cabelos, o Arcanjo fazia-o desaparecer como fumaça.

Peçamos ao nosso Anjo da Guarda que nos proteja, se manifeste mais intensamente a cada um de nós, a fim de podermos ter uma relação sensível com ele e sermos conduzidos pelas vias que nos conduzem ao Céu.

O amor de Deus, onde existe, opera maravilhas

 


Para operar grandes feitos, Deus coloca na alma grandes virtudes. E estas são inspiradas pela caridade que pode ser chamada de rainha das virtudes.

São Tomás de Aquino, sobre este ponto primordial, explica que o homem pode adquirir certas virtudes. Contudo, quando a caridade entra na alma, estas virtudes são instantaneamente transformadas e maravilhosamente aumentadas ou, explicado de outra maneira, Deus comuta-as por outras virtudes que têm atributos e características superiores, proporcionadas com o fim sobrenatural do homem.

Por outro lado, o homem privado da caridade, pode ter certa prudência, justiça, força, temperança e talvez até uma certa religião, aquela virtude que nos faz render a Deus a adoração que Lhe é devida por ser a fonte de todo o ser e criador de todas as coisas boas.  Mas, quando o Espírito de Deus infunde na alma de uma pessoa a santa caridade, ela passa a possuir uma outra prudência, outra justiça, outra força, outra temperança e outra religião. E estas últimas virtudes merecem, somente elas e de maneira absoluta, a qualificação de verdadeiras virtudes, pois abarcam um objeto bem mais amplo e de forma integral (Suma Teológica, Prima sec., q. 63 – Id. Ibid., q. 45, art. 2 e 3).

Conclui-se, portanto, que há uma distância enorme entre a virtude puramente humana e a virtude cristã.

São Francisco de Sales exaltou e chamou de pequenas virtudes, aquelas que, aos olhos dos homens, o objeto é simples, como o suportar pacientemente uma doença ou um defeito do próximo, por exemplo. Mas, não nos enganemos! Estas pequenas virtudes não são pequenas. Elas têm a sua grandeza e até o seu heroísmo, pois são frutos da caridade.

Ao se ler a explicação de São Tomás, temos elementos para perceber porque as grandes virtudes dos nossos antepassados já não são praticadas. A caridade deixou de ser a alma das nossas virtudes. O egoísmo e o interesse próprio passaram a ser os eixos da vida da grande maioria dos homens de hoje e o impulsionador dos nossos atos. Muitos católicos contentam-se com uma virtude muito humana, cómoda e laicizada, mas têm medo da virtude cristã, que é inseparável do sacrifício, do caminho que deve percorrer o bom cristão e todo aquele que procura as vias da santidade.

O curioso é que já não nos comparamos com os bons, com os santos, os virtuosos, mas com os ímpios e os maus.

Quem compreende, atualmente, a generosidade de uma vida toda dedicada a Deus, despojada de si mesmo?

Quantas vezes não ouvimos comentários dos nossos familiares e amigos ao saberem que um parente seguiu a vocação religiosa ou sacerdotal: “Coitado! Não conseguiu se encaixar num emprego melhor ou não descobriu um caminho que desse mais prestígio!”, ignorando a excelência da entrega total a Deus?!

Que estreiteza de ideias, que visão curta!

Realmente, as nossas virtudes são pequenas, porque falta o sobrenatural, porque o verdadeiro amor de Deus não as impulsiona.

Talvez este egoísmo e esta vontade de fazer o bem, sem que Deus possa estar presente, como se pudéssemos fazer tudo por nós mesmos, seja o primeiro dos maus da sociedade atual e até do nosso caminhar nesta vida. Já pensou sobre isso? Está nas suas mãos mudar de rumo!